dilluns, 2 de juny del 2014

A mis amigos monárquicos o indiferentes:


Hoy es un día que pasará a la historia. Esto es un hecho. Es independiente de lo que de ahora en adelante suceda. Fin de un reinado. Estas son las típicas fechas que aparecen en los libros de historia y que en algún momento de su vida harán estudiar a nuestros hijos. Pero vale la pena tener en mente que las palabras que irán escritas alrededor de esta fecha dependen de nosotros. Podemos dejar que, como durante los últimos años, las escriban por nosotros... pero podemos coger papel y boli. Voy a exponeros algunos motivos por los que creo que hay que intentar el cambio y ser partícipe de él. Todo esto sin ser imbécil, que está claro que facilidades no van a poner ninguna y todo está articulado para que estas aspiraciones sean inviables, pero motivo de más para intentar cambiarlo.

En primer lugar, yo me pregunto por qué. ¿Por qué esta serie de personas deben ostentar el cargo de Jefe del Estado español hereditariamente? ¿Es mejor esto para el estado? Los que argumentan favorablemente necesitan remontarse a 33 años atrás para justificarse y creerselo un poco. El rey fue clave para el fracaso del golpe de estado. Esa línea argumental está, en primer lugar, agotada, y en segundo lugar, en entredicho por el mero hecho de que se nos considera tontitos y no tenemos acceso a esa información. Este proteccionismo está extendido entre la clase dirigente, con los secretitos de estado, el oscurantismo informativo y la mentira de toda la vida. "El rey me acaba de comunicar su intención de abdicar", y luego resulta que lo saben desde marzo. Eso es mentir, señor Rajoy, como mienten ustedes sistemáticamente. Si me miente es o porque cree que es lo mejor para mí (ciudadano) o porque cree que es lo mejor para usted (dirigente presuntamente corrupto). Si cree que es lo mejor para nosotros es porque cree que tienen ustedes, dirigentes, mayores capacidades de comprensión que nosotros. Hace falta ser osado para creer eso siendo la alcaldesa de Madrid Ana Botella o usted mismo presidente del gobierno. Si el caso es el otro y está mintiendo por defender sus intereses personales entenderá que opine que ese no es el rol que le corresponde a un Presidente del Gobierno y que usted sobra. Pero estabamos hablando de la prescindibilidad del señor Borbón, disculpen, es que me emociono.

Agradezco al rey si realmente jugó un papel clave en la transición y el 23-F, pero la figura del monarca ha traído cosas muy malas que no pueden ser obviadas. En primer lugar, la realeza lleva un lote que un presidente no. El lote lo conforman hijos presuntamente corruptos, yernos a todas luces corruptos y estúpidos, y su respectiva descendencia. Cada uno con su sueldo de entre el presupuesto asignado a la casa real. Pero me pregunto en qué se gastan ese dinero si luego les pagamos o regalamos el resto. Los vuelos, pagados; el barco y los coches, regalados; la casa, nuestra (y con luz y agua, no seamos ingenuos), hasta me han contado que la mayor de las hijas en alguna de las tiendas de Serrano entra, coge el bolso que le gusta, y ni se plantea la posibilidad de pagar. Leyendas urbanas que se escuchan... ¿contadas por la dependienta de la tienda? Sí, pero leyendas urbanas. Pero es que además del dinero asignado a la casa real, partidas diferentes de diferentes ministerios van a parar al mismo saco. Y en estas partidas no se ha hecho ese ejemplar ejercicio de transparencia. Así pues, aquí están los Borbones costandonos varios cientos de miles de euros al mes. Hacen falta unos 20 ex-presidentes vivos simultáneamente con sueldo vitalicio para que nos cuesten el mismo dinero. Y hacen falta 84 años, a 4 años el mandato para tener 20 expresidentes desde que empiece el primero. Y si los presidentes empezaran jóvenes, digamos 40 años, no creo que lleguen en promedio a los 124 años. Así que con los numeritos que sabemos la república puede ser mucho más barata que la monarquía. Y obviando las muchas cifras que nosotros no entenderíamos y no nos explican.


Pero no seamos simples. El problema de España no viene por la cuenta corriente del rey. El problema es que nos mean y dicen que llueve. Y el rey no tiene orín para todos, pero sí que creo que su existencia está directamente relacionada con la gran lluvia dorada que nos está cayendo. La suya es una figura inmovilista y esto es malo en sí mismo y en sus consecuencias. Como consecuencias nefastas tiene esta devoción irracional que le tiene una parte de la población. Si el heredero de un rey muerto está recién nacido seguirían apoyándolo, que no nos vendan la moto de la extrema preparación del príncipe. Y yo me pregunto: si no existiera la figura del rey, ¿a quien debería pleitesía el ejército, por ejemplo? Y la respuesta que me viene a la cabeza, a mí que soy un romántico, es "al pueblo". De repente lo veo como si todo el organigrama social español estuviera comandado por las amistades reales y me encaja mucho más de lo que me gustaría. Pero hoy... ¡hoy podrían pasar tantas cosas! Creo que los militares franquistas están haciendose irremediablemente a un lado y las nuevas generaciones pueden desenvolverse sin necesidad de un caudillo o de un pseudo-caudillo. Creo que es nuestra obligación apartar al siguiente pseudo-caudillo. No es que no lo necesitemos, es que no hace bien. Toda la obediencia que se le debe a él sobra.




Gracias por su interés en el puesto, F. Borbón. Estudiaremos su solicitud, le mantendremos informado.

A los aún súbditos, démonos el gustazo de que haya un poquito de nosotros en los libros de historia. En el peor de los casos intentemos que lo que se escriba no nos dé mucha vergüenza.



Fdo:
Un estudiante de doctorado que promete devolver las horas que ha estado escribiendo esto (y que le pagáis todos) el próximo fin de semana, ya que lo ha escrito en su horario de trabajo debido a un incontrolable brote de euforia. Y la tesis no se escribe sola...

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